viernes, 18 de marzo de 2011

4 días

Os dejo algo que tenía por aquí...
AVISO: es...raro...si le encontráis el sentido, comentad. Si no lo hacéis, comentad también!!!



Necesito una verdad.
Necesito una gran verdad en mi vida llena de mentiras.
No es cierto que sea hija única.
No es cierto que tenga tres hermanos.
No es cierto que sea hetero, ni que esté casada desde los veintiuno.
¿Quién soy? Una taxista que te recoge en el aeropuerto y te deja frente a tu portal.
¿Qué soy? Una camarera novata que te tira encima un vaso de coca-cola.
¿Dónde estoy? En tu casa, en la calle, en el maldito psiquiátrico de tu ciudad.
¡Joder! ¡Apaga esa maldita música! ¡Esa puta canción! Intento contarte mi jodida historia y tú con esa puta música que no me deja ni pensar.
Mierda, ¿por dónde iba?
Más ruido, pero esta vez no eres tú. Es la puerta, el timbre.
No quiero levantarme, no quiero abrir, ya sé quién es.
Soy yo.
Sí, abro y ahí estoy, mirándome con los ojos abiertos como platos.
Lo recuerdo, recuerdo como me hago pasar, como me pregunto quién soy, por qué me parezco tanto a mí.
Y yo no respondo, no.
Avanzo hacia la mesa, hacia la caja cerrada con una pegatina de Doraemon. La cojo y me la doy.
- Lo sabrás todo a su debido tiempo. Sálvame, sálvate -me digo.
Y me voy, abandono esa casa sin tan siquiera coger las llaves, sin tan siquiera cerrar, corriendo hacia ese puente que tantas veces he visto en sueños, que tantas veces he cruzado.
Entonces saco una pistola, la misma que saqué de esa caja cerrada con una pegatina de Doraemon que me dí a mí misma hace cuatro días.
La cojo con fuerza, suspiro y aprieto el gatillo.
Así que ahí estoy, en medio de esa habitación, con esa caja, sin entender nada.
¿Qué coño pasa?

The beginning of the end

No hay comentarios: